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Probióticos y prebióticos: ¿cómo puede apoyar su microbioma intestinal de manera natural?

por Biogo Biogo 19 Jun 2025 0 comentarios
Probiotika und Präbiotika – wie können Sie Ihr Darmmikrobiom auf natürliche Weise unterstützen ?

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En los últimos años hemos escuchado cada vez más sobre el microbioma intestinal, que ha alcanzado el estatus de un "segundo cerebro", y con razón. Es responsable de una serie de procesos en nuestro cuerpo, desde la digestión hasta la inmunidad, pasando por la regulación del estado de ánimo y las funciones cognitivas. Cada vez más investigaciones muestran que los desequilibrios en el microbioma no solo afectan la digestión, sino también el bienestar general e incluso la aparición de enfermedades autoinmunes o neurodegenerativas. Por esta razón, crece la conciencia sobre la enorme importancia de nuestra alimentación para la salud intestinal, y por ende, de todo el cuerpo. Una dieta equilibrada, basada en productos vegetales sin procesar, delicias fermentadas y verduras frescas, es una de las formas más sencillas y efectivas de apoyar la flora intestinal. Y aunque los probióticos y prebióticos a veces se asocian con suplementos alimenticios, en realidad podemos incorporarlos con éxito de manera completamente natural, eligiendo los alimentos adecuados que también están disponibles en tiendas ecológicas.

Fuentes naturales de probióticos: ¿cómo integrar buenas bacterias en su dieta diaria?

Los probióticos son microorganismos vivos que, en cantidades adecuadas, apoyan la función intestinal. Contribuyen a mantener el equilibrio microbiológico, previenen el crecimiento de bacterias dañinas y apoyan la función del sistema inmunológico. Se encuentran principalmente en alimentos fermentados, no solo en encurtidos tradicionales, sino también en productos vegetales modernos. Pepinillos en vinagre, col, kimchi, masa madre de remolacha o kombucha son bombas probióticas naturales que vale la pena consumir diariamente, incluso en pequeñas cantidades. Gracias a ellos apoyamos la digestión, aumentamos la absorción de nutrientes y aliviamos inflamaciones intestinales. Las personas con intolerancia a la lactosa o que siguen una dieta vegana pueden optar por yogures vegetales, que cada vez más se enriquecen con cultivos bacterianos vivos. Su ventaja es que son suaves para el sistema digestivo y están disponibles en una variedad de sabores, desde soja hasta coco y almendra. Los probióticos funcionan mejor cuando se consumen regularmente; comer yogur una vez a la semana no es suficiente. Esta práctica diaria contribuye a reconstruir y mantener una flora intestinal saludable, especialmente después de un tratamiento con antibióticos, períodos de estrés o una dieta baja en fibra.

Además de los productos fermentados, también es importante combinarlos con nutrientes adecuados: los prebióticos. Sin ellos, las buenas bacterias no tienen condiciones óptimas para desarrollarse. Aquí entra en juego el segundo pilar igualmente importante de un intestino saludable.

Prebióticos: alimento para bacterias que fortalecen la inmunidad natural

Los prebióticos son ingredientes que nuestro cuerpo no digiere, pero que constituyen una excelente fuente de alimento para los probióticos. Principalmente se trata de fructooligosacáridos, inulina y otros tipos de fibra que se encuentran en productos vegetales naturales. Cebollas, ajo, puerro, alcachofas, tupinambo, achicoria, plátanos: solo algunas de las verduras y frutas que contienen grandes cantidades de prebióticos. Su presencia en la dieta no solo influye en la calidad de la flora intestinal, sino también en la motilidad intestinal, la absorción de minerales, la producción de ácidos grasos de cadena corta y la inmunidad general. El consumo regular de fibra también apoya el metabolismo y previene el estreñimiento, que es uno de los síntomas de un microbioma alterado. Curiosamente, los prebióticos también afectan la función del eje intestino-cerebro, lo que puede reflejarse en un mejor estado de ánimo y una mayor resistencia al estrés.

Una excelente fuente de prebióticos son los alimentos naturales disponibles en tiendas ecológicas, desde verduras y frutas frescas hasta legumbres y productos integrales. Las verduras ecológicas como zanahorias, remolacha, perejil o apio no solo son ricas en fibra, sino también en fitonutrientes con efectos antiinflamatorios y protectores intestinales. También vale la pena optar por sustitutos vegetales de los lácteos, como bebidas de avena, almendra o coco, que son libres de lactosa, no sobrecargan la digestión y a menudo están enriquecidos con ingredientes adicionales como calcio o vitamina B12. Por otro lado, la sémola integral, los fideos de sémola o el arroz ecológico son productos que no solo aportan energía, sino que gracias a su contenido de almidón resistente también apoyan el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas. Incluir estos ingredientes en su dieta diaria es una inversión en su salud a largo plazo, sin necesidad de recurrir a suplementos sintéticos.

 

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