CONTENIDO

• El aumento del consumo de papel a nivel mundial
• ¿Qué vale la pena usar en lugar de toallas de papel desechables?
• Descubra las ventajas de renunciar a las toallas de papel para cocina

Las usamos para todo: para limpiar, para secarnos las manos cuando se derrama agua, café o vino. Cuando secamos las frutas después de lavarlas. Las toallas de papel parecen insustituibles. El hecho es que son muy convenientes. Ligeras y sin pensarlo, arrancamos las siguientes hojas que en un instante terminan en la papelera. Pero eso está bien, es papel, ¿no? Se descompone rápido y no deja rastro. Esta solución parece ecológica, pero ¿realmente lo es?

El aumento del consumo de papel a nivel mundial

El informe desarrollado por Environmental Paper Network "The State of Global Paper Industry" muestra que el consumo de papel se ha cuadruplicado en los últimos 50 años. En solo un año, se consumen 55 kg de papel por persona en todo el mundo, 147 kg en Europa y 143 kg en Polonia por persona y año. La producción de papel deja una gran huella de CO2. La fabricación de toallas de papel consume grandes cantidades de agua y energía. Para ello se talan árboles, que juegan un papel invaluable en la mitigación del cambio climático y al mismo tiempo son nuestros aliados en la lucha por un aire más limpio. Y eso no es todo. ¿Cómo se vuelven las toallas de papel para cocina blancas y esponjosas? Desafortunadamente, están hechas de papel blanqueado con cloro. ¿Y qué significa eso para nosotros y el medio ambiente? Los compuestos de cloro son tóxicos y dañinos para la naturaleza y el ser humano. A través de las aguas residuales de la fábrica de papel, entre otros, se liberan dioxinas tóxicas en las aguas. Además, hay un enorme consumo de agua y energía, así como los árboles de los que se fabrica el papel.

¿Qué vale la pena usar en lugar de toallas de papel desechables?

¿Cómo es posible que hoy no podamos imaginar la vida sin toallas de papel? ¿Cómo se las arreglaban nuestras abuelas y madres sin ellas? Después de todo, es un producto relativamente joven en el mercado. Las toallas de papel desechables para cocina se introdujeron por primera vez en los años 30 en EE.UU. y tomó décadas convencer a los consumidores de que eran imprescindibles. En Polonia, las toallas aparecieron más tarde, después de la caída del comunismo. Pasó mucho tiempo hasta que los publicistas convencieron a los consumidores de que necesitaban algo sin lo cual podrían haber vivido bien. Y aunque el uso de toallas desechables en baños públicos, escuelas u hospitales está justificado, por el bien del medio ambiente y según la filosofía Zero Waste, podemos prescindir completamente de ellas en la vida diaria en casa. En su lugar, las toallas tradicionales de algodón o lino son perfectas. Absorben muy bien el agua, soportan el lavado, incluso con productos ecológicos, y si es necesario, también la ebullición. Puede secarse las manos con ellas, limpiar ventanas, secar frutas y verduras con agua, igual que con las toallas de papel, y al mismo tiempo no terminan en la basura tras un solo uso. Para limpiar la mesa o el polvo, puede usar un paño húmedo y secar con un paño de algodón limpio. Podemos hacer estos paños nosotros mismos, por ejemplo, con camisetas de algodón viejas.

Descubra las ventajas de renunciar a las toallas de papel para cocina:

• Reducir la producción de residuos domésticos,
• no contribuir a la tala excesiva de árboles,
• impacto en la reducción de la contaminación ambiental,
• ahorrar dinero.

Asociamos la contaminación ambiental principalmente con la industria textil y el transporte. Cuando hablamos de ecología, pensamos en los efectos de las emisiones de dióxido de carbono y la contaminación plástica. Olvidamos que la fabricación de papel, que requiere la tala de árboles y el uso de productos químicos dañinos, también es costosa, sobre todo para la naturaleza.