Llevar un estilo de vida saludable no es una tarea fácil. Uno de los elementos más importantes es una alimentación sana. Al principio se necesita tiempo, compromiso y motivación. Los malos hábitos son un atajo, normalmente mucho más fácil. Sin embargo, vale la pena luchar, porque nuestra salud, belleza y figura nos lo agradecerán. Con el tiempo, cuando desarrollamos los hábitos correctos, será mucho más sencillo. ¿Qué se puede hacer para facilitar la transición al "lado saludable del grupo"? Aquí tienes 5 ideas prácticas.
Diviértete con el congelador
Congelar es uno de los mejores métodos de conservación de alimentos, gracias al cual conservamos el mayor valor nutritivo del producto fresco. Para que no te sorprendan la falta de ideas y productos para la cena, compra carne y congélala en porciones adecuadas.
Congela picados: eneldo y perejil en pequeñas cajas. Principalmente como reserva para el invierno, pero también como comodidad. Se recomienda añadir este tipo de verduras a cualquier plato. Pero no ocultemos que casi nadie quiere lavar y picar una pequeña porción para un plato cada día. Y sí, sacamos la caja, tomamos la porción adecuada con una cuchara y escondemos el resto.
También puedes congelar porciones listas de fruta, por ejemplo, un plátano y un vaso de fresas o frambuesas o cualquier otra combinación. Sácalo del congelador por la noche, añade yogur por la mañana, mezcla y listo un delicioso desayuno.
Compra también alimentos congelados, que injustamente tienen mala fama. Gracias a ellos puedes comer coliflor, coles de Bruselas, judías verdes o habas incluso fuera de temporada. Todo lo encontrarás en versión congelada. A veces, si no tienes tiempo, también puedes usar esta opción durante la temporada. Será más rápido: no hay que lavar ni picar. Pones las verduras al vapor y listo.
Planifica y realiza compras grandes regularmente
¿Cómo se aprende a planificar el menú? Simplemente toma una hoja de papel y un bolígrafo, siéntate y comienza a escribir. Establece un tiempo fijo para ello. Planifica para la semana. Normalmente el viernes es el momento natural para planificar las comidas, ya que la mayoría de la gente compra el sábado. Pero, por supuesto, depende de tu estilo de vida. Elige un momento de la semana que te convenga más.
Escribe cada día de la semana y todas las comidas que quieres comer ese día en una hoja de papel. Puedes planear comer lo mismo dos días seguidos, será más fácil. Si no tienes idea para algunas comidas, enciende el ordenador y busca inspiración para recetas saludables. Comprueba si tienes los productos necesarios y añade a tu lista de la compra los que no tengas (por ejemplo, en una aplicación especial para el teléfono).
Al principio esta planificación dura unos treinta minutos, luego - 10 minutos. Ahora solo queda comprar y te ahorras unas buenas horas a la semana, en las que cada día correrías por las tiendas buscando algo para comer.
Además de ahorrar tiempo, ganamos algo aún más valioso. Una alimentación saludable . Cuando planificamos las comidas y compramos los productos, queda mucho menos espacio para ataques de hambre incontrolables. Antes de ir a comprar después de un día agotador, inventar y preparar una comida, es muy probable que mientras tanto te tiente una barra de chocolate o unos dulces. ¿Cuánto tiempo puedes esperar finalmente a la cena? ¡Puede empeorar: abandonas la compra y vas directamente a una de las cadenas de comida rápida, porque es difícil encontrar una idea para la cena en el último momento.
Vale la pena adelantarse al hambre, porque el hambre es un instinto. En cuanto nos alcanza, solo queremos satisfacerlo, y cualquier medio para ello será bueno. La planificación nos da una ventaja.
No vayas de compras con hambre
Aquí también el hambre es un instinto. Incluso si sigues la regla nº 2, planificas tu compra, pero tienes hambre, probablemente acabarás con el doble de artículos en tu carrito que en tu lista de la compra meticulosamente preparada. Todo parecerá necesario: tal vez vengan invitados o esté guardado para un día lluvioso... Un millón de excusas que harán tambalear el plan elaborado. Al hacer la compra hay que demostrar fuerza de voluntad. Será mucho más difícil tenerla en casa, cuando los snacks poco saludables nos llaman desde las estanterías de la cocina.
Lee las etiquetas – ¡con cuidado!
A menudo escuchamos el consejo de leer la composición de los productos que ponemos en nuestro carrito. No se puede negar que es muy importante, pero esas compras pueden durar el doble. Además, ¿quién recordaría todas las "e" que podemos encontrar en las etiquetas y distinguir cuán dañinas son? Aquí entran en juego las aplicaciones para el teléfono, que generalmente te indican con un símbolo simple si debes poner un producto en el carrito o mejor dejarlo.
Sin embargo, ninguna base es omnisciente y simplemente no encontrarás muchos productos en ella. Además, los productores juegan al gato y al ratón con nosotros y cambian la composición de vez en cuando. ¿Cuál es entonces la forma más rápida y sencilla de conseguir los productos más saludables en nuestro carrito? Revisa la longitud de la composición: cuanto más corta, mejor. ¡Es realmente así de simple!
Cocina para varios días
La excusa más común para no cambiar a un estilo de vida más saludable es la falta de tiempo. Sin embargo, resulta que las personas con más responsabilidades pueden gestionarlo mejor. Cuanto menos tiempo tenemos, mejor podemos organizarnos para tener tiempo para todo. De una forma u otra, todos queremos ahorrar el máximo tiempo posible para dedicarlo al placer. Cuando se trata de preparar comidas, nada es más fácil que cocinar para varios días. Platos como sopas, pero también muchos otros, pueden conservarse hasta 5 días en la nevera. Así tienes una comida al día cubierta de lunes a viernes. Solo recuerda cocinar una porción suficientemente grande.
Puedes hacer lo mismo para dos y a veces incluso tres comidas al día. Por supuesto, la mayoría de nosotros queremos comer platos diferentes con ingredientes totalmente distintos y máxima variedad en cada comida. Y también sería lo más saludable, porque la variedad es muy importante para un estilo de vida saludable. Pero a veces vale la pena elegir el mal menor, comer lo mismo varias veces al día y deshacerse de la excusa "No tengo tiempo".
