¿Qué vitaminas e ingredientes tomar durante la planificación del bebé, el embarazo y la lactancia?

• Ácido fólico
• Hierro
• Vitamina D3
• DHA/EPA
• Yodo
• Otras vitaminas y minerales

La alimentación de la futura madre y de la mujer lactante es de gran importancia para el desarrollo de su hijo. Como resultado de muchas observaciones y estudios, los científicos han llegado a la conclusión de que la alimentación de la futura madre es uno de los factores que crean en su vientre las condiciones, es decir, el entorno para el desarrollo de su hijo. Si dicho entorno es desfavorable, pueden producirse cambios adversos en el cuerpo del niño. Estos, a su vez, pueden conducir a diversas enfermedades.

Los médicos y nutricionistas enfatizan la importancia de una alimentación adecuada para las futuras madres. Al mismo tiempo, observan que los cambios que ocurren en su cuerpo (incluidos los derivados del aumento de los niveles de progesterona) limitan la absorción de ciertas vitaminas y oligoelementos. Además, el niño en desarrollo incrementa la demanda de algunos de ellos.

Por lo tanto, la futura madre debería apoyar una alimentación adecuada para la especie con la suplementación alimentaria correspondiente ya durante el período de deseo de tener hijos y continuar esta combinación hasta el final de la lactancia.

¿Qué vitaminas e ingredientes tomar durante la planificación del bebé, el embarazo y la lactancia?

Los ingredientes más importantes son principalmente ácido fólico, hierro, vitamina D3, omega-3 y yodo.
Durante el embarazo y la lactancia, también aumenta significativamente la necesidad de otras vitaminas y oligoelementos.
El cuerpo de la futura madre debe satisfacer tanto sus necesidades nutricionales como las del bebé en desarrollo.

Ácido fólico

Esta es una de las relaciones más importantes para un niño en desarrollo. Su deficiencia puede contribuir al desarrollo de defectos en el sistema nervioso del niño. Los estudios muestran que este ingrediente también influye en el peso adecuado al nacer del niño y en la duración apropiada del embarazo. El ácido fólico también es necesario para la salud de la futura madre: entre otras cosas, afecta su sistema inmunológico y la producción de sangre.

Su médico debe decidir cuánto ácido fólico debe tomar. Las dosis recomendadas dependen del riesgo de malformaciones fetales y varían desde 400 μg hasta incluso 5 mg diarios.

Cabe destacar que el ácido fólico, para ser utilizado correctamente por el cuerpo, debe convertirse en su forma biológicamente activa 5-MTHF. Esta transformación está relacionada con la participación de la enzima reductasa (MTHFR). Según datos, hasta el 40 % de la población europea tiene problemas relacionados con la disminución de la actividad de esta enzima. Como resultado, el cuerpo no convierte correctamente el ácido fólico. Por lo tanto, se recomienda complementar la dieta con una forma activa de ácido fólico que no necesite pasar por las transformaciones mencionadas.

Hierro

Apoya el sistema inmunológico y la formación de sangre. Una deficiencia de este componente puede provocar partos prematuros. La deficiencia de hierro en madres lactantes puede afectar negativamente el desarrollo psicomotor del niño. Las fuentes naturales de hierro incluyen: vísceras (principalmente hígado y riñones), carne roja, huevos. La absorción de hierro se reduce por la presencia de algunas proteínas, polifenoles y fitatos, y se incrementa por la presencia de vitamina C.
La Sociedad Polaca de Ginecología recomienda un suplemento de hierro para las mujeres que tienen riesgo de deficiencia de hierro. Al planificar un embarazo, la dosis recomendada es de al menos 18 mg, durante el embarazo de 26-27 mg y durante la lactancia de 20 mg.

Vitamina D3

Es necesario para el desarrollo adecuado del sistema esquelético del niño en desarrollo. Además, afecta la salud de la madre: su sistema inmunológico, así como los músculos y huesos. La síntesis transdérmica, que ocurre cuando el cuerpo está expuesto a la luz solar, cubre aproximadamente el 80 % de la necesidad diaria de vitamina D3. Debido a la ubicación geográfica de Polonia, una exposición solar suficiente en otoño e invierno no es posible en principio. El 20 % restante de la necesidad de vitamina D3 se cubre mediante una alimentación adecuada para la especie (por ejemplo, huevos, pescado).
La Sociedad Polaca de Ginecología recomienda a las mujeres que planifican un embarazo, a las mujeres embarazadas y a las que están amamantando, tomar vitamina D3 en una dosis de 2.000 UI / día.

DHA/EPA

Su suplemento es extremadamente importante tanto para el desarrollo del niño como para la salud de la madre. El DHA es necesario para el desarrollo adecuado de la visión y el cerebro, el EPA contribuye al correcto funcionamiento del corazón. En caso de bajo consumo de pescado por parte de una mujer embarazada, se recomienda la ingesta de al menos 600 mg de DHA por día. Al mismo tiempo, se recomienda continuar con el suplemento durante la lactancia para asegurar un contenido óptimo de DHA en la leche materna. La fuente de DHA debe ser peces pequeños o algas del género Schizochytrium.

Yodo

Durante el embarazo, la necesidad de este elemento aumenta considerablemente debido a su pérdida a través de los riñones y a las necesidades del niño en desarrollo. La deficiencia de yodo en futuras madres puede causar daño al sistema nervioso central del niño en desarrollo y aumentar el riesgo de un desarrollo cerebral deficiente. Los especialistas recomiendan que las mujeres tomen 200 μg de yodo diariamente desde la planificación del embarazo hasta el período de lactancia inclusive.

Otras vitaminas y minerales

Durante el embarazo y la lactancia, también aumenta la necesidad de otros micronutrientes y vitaminas. Por ejemplo: vitamina A (hasta un 85 % durante la lactancia), vitamina C (hasta un 60 % durante la lactancia), E, vitaminas del grupo B y zinc, magnesio, selenio y biotina.

Debe tenerse en cuenta que los cambios que ocurren en el cuerpo de la futura madre limitan la absorción de ciertos componentes alimenticios. En tal situación, una dieta equilibrada puede ser apoyada mediante un suplemento nutricional adaptado a las necesidades individuales de una mujer.